Desilusión. Perdí el bebé.

Imagino que la ausencia en el blog durante estos días es más que evidente.

El día que fuimos a por la ecografía de las 12 semanas en la Seguridad Social nos dieron la mala noticia que el embrión no tenía latido y que había dejado de crecer a las 8 semanas.

Fue un disgusto. Sobretodo, me supo mal por lo ilusionados que estábamos con mi pareja y nuestros familiares. En todo momento era consciente que en los 3 primeros meses de embarazo existe un riesgo, pero no podia evitar imaginarme que en Junio tendría un bebé en brazos.

Durante los próximos días iré contando como fue el proceso del aborto, ya que en mi caso fue un proceso lento y bastante agobiante. Ahora más que nunca pienso que quiero que este blog sirva para ayudar y dar información a las mujeres que se encuentran con mi caso. Yo estaba totalmente desinformada sobre los abortos y os aseguro que (por desgracia) he aprendido mucho sobre ello durante el último mes.

Si alguien está leyendo esto porque se encuentra en mi situación, quiero mandarle muchísimos ánimos. A los pocos días vi que los esfuerzos que dedicaba en lamentarme debía concentrarlos en la ilusión por seguir intentando ser madre. ¡Un abrazo enorme!

Hemos contado la noticia a los familiares más próximos

¿Contarlo o no contarlo? Ésta es la qüestión...

Con mi pareja somos de la opinión de esperar más o menos a los 3 meses (después de la primera ecografía) para contar la noticia a los familiares más próximo. Pero es difícil ocultarlo cuando cada dos por tres estamos invitados en casa de los padres/suegros en comidas de vino sobre la mesa, café, chupitos y todo tipo de alimentos desaconsejados durante las primeras semanas de embarazo. 

Ayer mis padres nos invitaron a cenar así que, para contar decir la noticia a los futuros abuelos al mismo día, nos auto-invitamos a comer en casa de mis suegros. Pero no lo queríamos decir "solemnemente", sinó a modo de indirecta para que los pille por sorpresa.

En casa de mi chico: Los dos estamos empadronados en casa de mis suegros, de modo que en mitad de la comida mi pareja les comentó si podíamos empadronar a alguien más. Nosotros esperábamos que nos hicieran preguntas tipo: "¿Quíen? ¿Por qué?" para poder contestar: "Bueeeno, es que todavía no le conocemos". ¡Pero enseguida se lo imaginaron! Mi suegro dijo enseguida: "Sólo si lleva vuestros apellidos" y mi suegra se me quedó mirando atónita con carita de ilusión.

En casa de mis padres: Mi hermana ha dado a luz hace tan solo dos semanas y ayer coincidía que vendría en casa de mis padres con su marido y su hijo. Aprovechando un pequeño momento de silencio solté: "¿Mamá, todavía te queda lana de los patucos que le hiciste a tu nieto? Es que para dentro de 7 meses es posible que tengas que hacer otros...". Esta vez fue mi padre quien sé quedó pasmado con una sonrisa. Mi cuñado soltó firmemente: "¡Felicidades!" pero les pilló tan de sorpresa que apenas sabían qué decir.

Reconozco que en ambas casas esperaba un poco más de entusiasmo, pero creo que la idea de decirlo de sopetón lo frenó un poco. Estoy segura que nadie se lo esperaba y de todos modos, a medida que lo iban asimilando se iba notando su emoción. Sea como sea, fueron momentos que no quiero olvidar nunca.

Primera ecografía (de 6 semanas) al ginecólogo

¡No he aguantado más! He ido al ginecólogo para que me confirmara que realmente estoy embarazada y que todo está correcto (según mis pocas 6 semanas).

Hasta dentro de 5 semanas no me hacen la primera cecografía en la seguridad social, y la verdad es que empezar un proceso con la matrona me da un poco de mal rollo (por decirlo de alguna manera) sabiendo solamente por el predictor que estoy embarazada. ¡Me parece una eternidad tener que esperar hasta la semana 12 (con toda la ilusión que eso conlleva) para hacer la primera ecografía!

Por lo tanto, con mi pareja decidimos pedir cita a un ginecólogo privado y así salir de dudas. Y, aunque de momento no queremos ser muy entusiastas, nos ha alegrado ver que en el útero ya está empezando a crecer una nueva vida que, de momento, mide lo mismo que un garbanzo.

No le hemos podido escuchar el corazón, ya que como conté en otro post ovulé bastante tarde y aunque los ginecólogos calculen que estoy de 6 semanas (desde que me vino la última regla) en realidad el pequeño garbanzo tiene apenas 3 semanas.

En parte, me siento mal por haber sido tan impaciente y pedir cita estando de tan poco tiempo, porque el ginecólogo dijo literalmente: "Si ovulaste tarde la ecografía es correcta, pero si hubieras esperado una semana más a venir me hubiera quedado más tranquilo pudiéndole escuchar el corazón". Por lo tanto, mi consejo es esperar hasta la semana 7 para poderos asegurar que todo está correctamente.


* Por si a alguien le puede interesar o ser útil, la ecografía costó 65€.

Test de ovulación. La clave para quedarme embarazada

Pienso que si no fuera por los tests de ovulación hubiera tardado mucho tiempo en quedarme embarazada. 

Utilizándolos descubrí que mi ovulación es 18 días después de haberme venido la última regla. Pensaba que los días fértiles eran hasta el día 15. Incluso, en los primeros intentos utilicé una aplicación que me marcaba que los mejores días para intentarlo eran el 13 o el 14. ¡Estaba totalmente equivocada! Es por eso que animo a las chicas que quieran quedarse embarazadas que los utilicen, ya que conocer tus días fértiles es muy tranquilizador.

Los tests no indican que estas ovulando, sino que faltan entre 24 y 48 horas para que el óvulo salga del folículo, ya que será entonces cuando se produzca la ovulación.

Reconozco que antes de comprar los tests pensé que quizá me estaba obsesionando demasiado. Incluso, no sabía si comentárselo a mi pareja para que no me tratara de loca. Pero finalmente le expliqué que me quedaría más tranquila sabiendo que realmente estaba ovulando (después de más de 10 años tomándome la píldora anticonceptiva) y él lo entendió perfectamente.

Hice el seguimiento que muestro en la imagen inferior. Cuando hizo 8 días que me había venido la regla, cada día a las dos del mediodía (y sin haber bebido mucha agua las dos horas antes) me hacia el test. Observaréis que hasta 17 días después de haberme venido la regla no marcó positivo. Eso significaba que al óvulo le faltaban entre 24 y 48 horas para salir.

Con mi pareja tuvimos relaciones ese mismo día y dos días después. ¡Dos semanas más tarde el resultado fue un test de embarazo positivo! :)

Los míos los compre en Amazon y venían 30 pruebas de ovulación y 5 tests de embarazo. Pinchar aquí para verlos.

Primera visita con la matrona

El día 19 de octubre tuvimos la primera visita con la matrona. Con mi pareja hemos decidido hacer el seguimiento del embarazo en la seguridad social y si es necesario haremos consultas puntuales en ginecólogos privados. No pertenecemos a ninguna mutua.

Nunca me había visitado ninguna matrona y la verdad es que fue una persona muy dulce. Pensaba que quizá estaría hasta el moño de contar lo mismo a las primerizas, pero fue muy amable y nos contó todo el proceso detalladamente. Me pidió información sobre mis antedecentes familiares, enfermedades, alergias, etc. A mi chico solo le pidió su nombre, su edad y poca cosa más. Me recordó a esta viñeta de Papá 2.0:

En la seguridad social entran 3 ecografías. La primera será dentro de más de un mes (en la semana 12) para conocer si el embrión se ha formado correctamente, posibles anomalías cromosómicas como el Síndrome de Down, Síndrome de Turner, etc. Rebobino: ¡Será dentro de más de un mes! Creo que no lo soportaré...

Por último, la matrona me pesó, me midió y me tomó la presión arterial. Cosa que con los nervios la tenía un poco alta, pero ella sonrío ya que creo que le debe pasar muchas veces.

Después de la primera visita a la matrona empiezo a creerme que ésto va en serio. ¡Qué emoción!

El tercer intento (de tres)

¡Al tercer intento me quedé embarazada! Ahora mismo estoy escribiendo esto estando solo de 6 semanas.

Pienso que la clave para quedarme embarazada fueron los tests de ovulación (en mi caso, tiras de orina). Si no fuera por eso creo que hubiéramos tardado mucho tiempo en conseguirlo. Os cuento:

Ocho días después de venirme la regla empecé haciéndome un test de ovulación al día, pero... ¡Hasta 17 días después no me marcó claramente un positivo! Precisamente, con mi pareja 15 días después del inicio de la menstruación pensábamos que los días fértiles habían pasado y lo hacíamos directamente con preservativo o en la ducha para evitar ensuciar las sábanas (o lo qué sea) con la esperma.

Las dos semanas siguientes volví a estar ilusionada como la primera vez. Al menos, teníamos más información que los dos últimos intentos, ya que a diferencia de los otros meses, ¡lo habíamos hecho los días correctos!

Otra vez me obsesioné buscando primeros síntomas de embarazo, pero no tuve ninguno que no pudiera relacionarse claramente con síntomas pre-menstruales: Dolor de ovarios, pechos inchados...

Pasados 29 días desde que me vino la regla me hice un test de embarazo (en tiras de orina). La linea que indica un positivo apareció muy sutil y flojita. Tenías que echarle mucha imaginación para poder verla. Para mi chico, eso era rotundamente un "No estás embarazada" pero yo seguía teniendo muchas esperanzas en ello.

Dos días después de haberme hecho el primer test de embarazo (y sin haberme venido la regla todavía) volví a hacerme otro test. Esta vez la linea que indica un positivo seguía casi imperceptible. Por ese motivo fui a la farmacia a comprarme la prueba de embarazo digital de Clearblue, ya que había leído que era bastante fiable.

¡Cuando el test marcó que estaba embarazada tuve una alegría enorme! Recordare siempre el momento de felicidad, ilusión y nervios que compartí con mi pareja. Fue muy especial. 

El segundo intento (de tres)

No puedo contar demasiado sobre la segunda vez que lo intentamos, ya que después de la decepción del primer intento no quise darle demasiadas vueltas.

Además, tampoco tuve demasiado tiempo para agobiarme detectando posibles síntomas de embarazo, ya que la regla se me adelantó una semana. Eso lo cuento por si lo lee alguna chica que esté buscando información sobre la regularización de la regla (valga la redundancia) después de tomar la píldora.

Por lo tanto; Sin muchas esperanzas y sin tiempo a hacerme ilusiones, de este intento no puedo contar mucha cosa.

El primer intento (de tres)

El primer mes que intenté quedarme embarazada fue totalmente una desesperación. Me gusta que las cosas salgan a la primera y con este tema tan delicado todavía más, ya que me obsesiono con  mucha facilidad.

Era el primer mes que no tomaba la pastilla anticonceptiva (después de más de 10 años tomándola) y había leído en muchos sitios experiencias de chicas que se quedan embarazadas a la primera. De hecho, hacía poco que una amiga se quedó embarazada al primer mes de no tomar la píldora. ¡Por lo tanto, mis expectativas eran altas!

Con mi pareja empezamos a tener relaciones pasados 10 días desde que me vino la regla y lo estuvimos repitiendo día sí, día no... Hasta que ya habían pasado unos 15 o 16 días desde la regla.

¡Los siguientes 15 días fueron un horror! En Internet existen tantos síntomas que pueden aparecer durante los primeros días de embarazo que me volví loca. Que si cansancio, mucosidad vaginal, mareos, migrañas, ganas de orinar, ventosidades... Os puedo asegurar que TODO y absolutamente TODO lo que busquéis en Internet aparecerá como primeros síntomas de embarazo. De modo que yo (con mis expectativas tan altas) estaba convencida que a la primera había funcionado.

Mi regla siempre empieza en modo épico: Sangrado abundante y de color rojo vivo. Pero resulta que dos días antes de que me tuviese que venir la regla manché un poco de color marrón. Evidentemente lo busqué en Internet y coincidía con el "sangrado por implantación" (significando que el óvulo fecundado se había establecido en el útero). ¡Ole, más positivismo todavía!

Pero dos días después de estar manchando con poca cantidad y de color marrón me vino la regla. Me quedé destrozada y sintiéndome estúpida por haberme obsesionado tanto. Además, fue el primer día de una semanita de vacaciones a la playa con mi pareja. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, y un mojito bien cargado a pié de playa siempre sienta bien.